Imagina tener entre tu colección de bonsáis un árbol que ha estado en la Tierra desde hace miles de años. ¿Quieres conocer más sobre este árbol? En este blog te explicamos las curiosidades y los cuidados de la Metasequoia bonsái.

El árbol fósil

Conocido como Metasecuoya o Metasecoya, se trata de un árbol fósil viviente cuya estructura no ha cambiado en nada durante su existencia. Se han encontrado fósiles que demuestran que ya existían hace unos 55 millones de años. En 1941 su redescubridor, el botánico japonés Shigeru Miki, tras un estudio pormenorizado, lo bautizó científicamente como Metasequoia.

El origen de este árbol, que pertenece a la familia de la Taxidiaceae, viene de la región china de Sichuan Hubei. Es una zona con mucha lluvia, humedad e inundaciones constantes.

En su hábitat, las Metasequoias pueden llegar a medir hasta 45 metros. La característica más fascinante, es que a pesar de ser una conífera, se trata de un árbol caduco, al igual que ocurre con el ciprés de los pantanos.

Tiene un crecimiento rápido, en cuanto a su aspecto, sus hojas son paripinadas y la corteza es marrón con toques rojizos. Pensando en la Metasequoia bonsái, su mantenimiento no es complicado, pero hay que tener en cuenta que le gustan los climas templados e incluso algo frescos.

Su nombre deriva del prefijo de origen griego “meta” que significa “cercano a”. Su apelativo significa “cercano a las secuoyas”.

El riego. Uno de los puntos clave en los cuidados de la Metasequoia bonsái

El riego debe ser moderado y con agua de calidad, dado que le afecta negativamente tanto el exceso de sales como un PH demasiado alto. Requiere de un ambiente bastante húmedo. El sustrato debe drenar bien, pero a su vez retener la humedad. Aproximadamente, hay que regar unas 4 o 5 veces por semana en verano y unas 2 a la semana el resto del año.

Siempre debemos tener en cuenta la temperatura, zona geográfica y ubicación. Si tienes dudas, al inicio lo mejor es usar un indicador de riego para conocer mejor las necesidades de tu bonsái.

Podemos emplear un truco que también utilizamos con los bonsáis tamaño Shohin o Mame. Consiste en colocarlo sobre un plato lleno de grava, de manera que al regar parte del agua queda en el plato, generando un microambiente húmedo favorable para el árbol.

La necesidad de riego se reduce cuando pierde sus hojas en otoño.

¿Dónde lo ubicamos?

En el exterior. Buscaremos una orientación con una exposición solar muy fuerte. Las Metasequoias como la gran mayoría de las coníferas, tienen una gran necesidad lumínica.

En invierno también lo podemos dejar en el exterior. Resisten muy bien el frío, que les ayuda a tener un correcto descanso y una brotación primaveral más vigorosa. Aunque puede resistir hasta los -18 °C, es preciso protegerlo de las heladas.

Si el verano es intenso y las temperaturas son muy altas, es recomendable colocarlo a la semisombra durante este periodo.

¿Qué estilo de bonsái podemos hacer con las Metasequoias?

Las Metasequoias en bosque son famosas y conocidas por todos los aficionados del bonsái. Aun así, se trata de una especie que se adapta bien los estilos Chokkan (formal), Moyogui (informal), Shidare zukuri (llorón) y Yose-Ue (bosque).

Enfermedades de la Metasequoia bonsái

Algo destacable en los cuidados de la Metasequoia bonsái, es que se trata de un árbol sin con problemas fitosanitarios específicos. Solo lo debemos prevenir de los ataques de pulgones y hongos.

Recomendamos hacer un tratamiento preventivo al inicio de primavera y del verano. Un control de la humedad en el ambiente de este bonsái también nos ayudará a evitar plagas.

Poda, pinzado y alambrado de una Metasequoia

La poda se puede hacer en cualquier momento del año, preferiblemente en primavera si es una poda inicial. Si es poda de mantenimiento, puede hacerse en primavera y en otoño.

El pinzado de la Metasequoia puede realizarse en cualquier época del año, pero normalmente lo haremos en otoño. En primavera y verano el árbol crece, al finalizar su crecimiento veremos que brotes se salieron de la silueta y procederemos a pinzarlos.

El alambrado es mejor llevarlo a cabo en otoño e invierno, cuando el árbol habrá dejado de crecer y toca rediseñar su figura. Si colocas el alambre en primavera, debido a su rápido crecimiento, al final del verano tendrás que quitarlo.

¿Cómo y cuándo es mejor abonar tu bonsái?

Podemos utilizar una combinación de abonos orgánicos, líquidos y sólidos. Desde inicios de primavera y final de verano usaremos un abono rico en nitrógeno, como puede ser el Nutribonsai combinado con Bio-Gold o Joy Tamahi.

Desde finales de verano hasta finales de otoño, emplearemos un abono rico en fósforo y potasio como pueden ser Hiryo Gold Flores y Frutos o Hanagokoro con Nutribonsai. Recuerda no abonar en invierno.

Cuando trasplantar una Metasequoia bonsái

Su crecimiento es muy rápido, por lo que te recomendamos comprobar la necesidad de trasplante cada dos años. No es muy exigente en cuanto a sustrato, puedes utilizar Terrabonsai si te estás iniciando y es tu primer trasplante. Si ya tienes más experiencia, puedes mezclar Akadama y Pomice al 50% o solo Akadama mientras el árbol es joven. Al ser una conífera necesita el suelo un poco ácido, por lo que puedes ir agregando Kiryuzuna a la mezcla del sustrato.

Se trata de un bonsái especial. Solamente existe una especie y es la misma que existía hace miles de años. Resistente y de crecimiento rápido, tiene una coloración otoñal que se acentúa en las zonas en que las estaciones son más marcadas.

Ahora que conoces más sobre los cuidados de la Metasequoia bonsái, ¿te animas a tener un fósil viviente en tu colección?

Diferencias entre los bonsáis de Metasequoia y Pseudolarix