La historia geológica de las plantas
La historia de las plantas empieza mucho antes que la de los hombres. Los primeros restos conocidos de las plantas ascienden a más de 420 millones de años. La vida en su conjunto nació del agua y conquistó las tierras emergidas buscando la supervivencia en el momento en el que los continentes se dividieron y las enormes fuerzas tectónicas crearon las montañas.
Las coníferas superan la crisis de final del Cretáceo sin demasiados problemas y acompañan a las Angiospermas desde el Jurásico. Con esto, nos damos cuenta que las plantas no sufren la extinción de la crisis del fin del Cretáceo. Después de la crisis del final del Cretáceo, en la que desaparecen los dinosaurios, los árboles con flores se empiezan a desarrollar con fuerza y a colonizar todos los biotopos. Es importante destacar que hace 55 millones de años, prácticamente todos los géneros de árboles actuales ya estaban presentes.
Los estudios de fósiles como los actuales y cada nuevo descubrimiento permite afinar esta clasificación y también comprender mejor la riqueza de la biodiversidad. Los primeros bosques conocidos datan de hace 420 millones de años. Pero aunque la presencia de troncos y de maderas fósiles podría hacernos creer que estamos en presencia de árboles como los actuales, en realidad estas plantas arbóreas no tienen nada que ver con los árboles actuales. La presencia de madera es debida al fenómeno de la lignificación, que permite a las plantas desarrollar estructuras rígidas con las cuales aumentan su altura y se acercan más a la luz.
La medida de las plantas no tiene una relación directa con la especie, es una consecuencia de la adaptación a un medio de vida. Este punto es interesante para los aficionados al bonsái, ya que con las técnicas de formación y de cultivo dirigimos esta capacidad de los árboles de adaptarse al medio.
La pequeña historia de las plantas que acabamos de escribir, nos hace pensar en algunos puntos importantes, el primero: en la enorme capacidad de los vegetales de adaptarse al medio y a las condiciones siempre cambiantes. Tenemos de tener en cuenta esta capacidad que nos permite controlar el crecimiento de los bonsais, adaptando los sustratos, el riego, la poda y el abonado. Recuerdad las plantas tienen 420 millones de años y nosotros 30 mil. Por eso cada vez que cojamos las tijeras para podar un bonsái, debemos hacerlo con respeto y conocimiento de cómo va a responder el árbol a nuestro trabajo. Los árboles, estos seres que muchos creen insensibles, sólo porque no son capaces de oír su voz, les devolverian con creces sus cuidados.
ARTÍCULO BONSÁI PASIÓN
Podéis encontrar el artículo completo en la Bonsái Pasión número 94.
Sobre el autor
Mistral Bonsai
En Mistral Bonsai somos un equipo de comunicación, técnicos y maestros comprometidos desde el primer día con la que divulgación del maravilloso arte del bonsái. Un mundo, sin duda, con muchas cosas para compartir. Creemos que un bonsái es un árbol con alma, único e irrepetible. Otro de nuestros pilares más esenciales es, como no podía ser de otra manera, el estrecho compromiso para preservar el Medio Ambiente y la naturaleza.
Categorías
Bonsái caduco (1)
Bonsái Shohin (1)
Bonsái verano (1)
Cactus (3)
Cerámica bonsái (3)
Coníferas bonsái (1)
Corporativo Mistral Bonsai (11)
Cuidados del bonsái (66)
Cultivo del bonsái (50)
Cultura china (2)
Cultura Japonesa (24)
El bonsái (62)
Eventos (10)
Flora (3)