La iluminación en el bonsái
El cultivo adecuado de cualquier planta y, por tanto, de cualquier bonsái, pasa por tener controlados los factores ambientales que intervienen en el desarrollo del vegetal. En este artículo trataremos especialmente la iluminación en el bonsái.
Dejando aparte el riego (importantísimo en cultivo de bonsáis) podemos considerar
1. la luz
2. la temperatura
3. la humedad ambiental
como los tres factores que hacen que un bonsái pueda vivir en cualquier ubicación (interior, exterior, etc.).
Luxómetros
La intensidad de la luz puede determinarse usando un luxómetro. El código 93692 de Mistral es un luxómetro que mide valores de intensidad lumínica aproximados, pero que son válidos a la hora de determinar la correcta ubicación de un bonsái o de cualquier otra planta. Las unidades de intensidad de la luz se denominan lux. La intensidad de la luz (solar o artificial) varía según la distancia al foco de luz y según la inclinación del rayo de luz incidente.
En la práctica, esto significa que si se quiere tener una referencia sobre los lux que están llegando a nuestro bonsái, se debe actuar situando el luxómetro lo más cerca posible de la copa del árbol y en dirección-inclinación frontal al foco de luz incidente (por ejemplo una ventana por donde entra el sol, el fluorescente de una habitación, etc.).
Necesidades lumínicas de los bonsáis
La mayoría de plantas se mueven en un rango de necesidades lumínicas mínimas que oscila entre los 500 lux y los 30.000. Estos valores deben ser mantenidos aproximadamente un mínimo de 6-8 horas diarias y un máximo de 16-18. De todas formas estos datos son muy variables dependiendo de la época, el estado vegetativo de la planta, etc. Los valores mínimos para la mayoría de especies de bonsái se sitúan sobre unas 12 horas de luz superior a 1.500 lux. En estas condiciones la mayoría de bonsáis de interior sobreviven sin aparentes problemas. De todas formas el rango óptimo es de 3.000 – 4.000 lux durante 12 horas para la mayoría de especies usadas en bonsái.
Efectos de situar el bonsái demasiado cerca o lejos de la luz solar
En la primera imagen el bonsái está a una distancia de unos 10 cm y en la segunda, a unos 2 metros.
Correcta ubicación del bonsái con respecto a la luz
En la primera imagen el bonsái está situado a unos 50 cm y en la segunda, a unos 20 cm.
Valores de referencia
Como referencia aproximada se listan algunos valores de lux que pueden dar una idea sobre como ubicar un bonsái respecto las necesidades lumínicas.
*Estos valores son válidos para la Península ibérica y latitudes aproximadas.
La intensidad de la luz se hace menor a medida que nos alejamos del foco. En una ventana orientada al norte los valores serían:
Siempre que sea posible se recomienda ubicar los bonsáis de interior en ventanas orientadas al sur, ya que probablemente no necesitaremos luz adicional (artificial) para que la planta crezca sana. En caso de disponer de una ventana orientada al norte, debería verificarse los lux incidentes para añadir una fuente de luz artificial en caso necesario.
Ejemplo:
Un Ficus retusa requiere entre 1.500 y 4.000 lux durante 6-8 horas seguidas para mantenerlo en condiciones adecuadas. A 1,5 metros de distancia de la ventana la mayor parte del tiempo se está en valores inferiores a 1.000 lux. Aunque en determinados momentos se obtengan valores por encima de los 2.000 lux, el ficus no estará bien ubicado e inevitablemente aparecerán síntomas de falta de luz: defoliaciones y crecimiento de los brotes nuevos en dirección al foco de luz.
Tablas experimentales de necesidades de luz en bonsáis de interior
Plantas muy resistentes a la falta de luz: serissa, cítricos, ficus tropicales, higueras, piracantha.
Plantas muy sensibles a la falta de luz: olivos, zelkovas, cotoneaster.
Síntomas que manifiestan plantas que reciben luz insuficiente para su desarrollo
• Defoliación de hojas del interior de la planta (donde la luz es más escasa), normalmente hojas viejas que empiezan a ponerse amarillas o simplemente caen sin amarillear.
• Los brotes nuevos crecen débiles, con un aspecto muy frágil y con entrenudos muy largos. El color verde de los mismos es muy claro, casi blanco.
• Los brotes nuevos crecen en dirección al foco de luz. En caso de ser una ventana, la brotación se dirige hacia ella.
Iluminación artificial
Para poder cultivar plantas (bonsáis, etc.) en condiciones de baja o inexistente iluminación natural, existe la alternativa de usar fuentes de iluminación artificiales. En caso de elegir esta opción, se tienen que tener en cuenta los siguientes puntos:
• Todos los sistemas de iluminación artificial desprenden calor, algunos más y otros menos. Idealmente se debe trabajar con bombillas o tubos fluorescentes que desprendan el mínimo calor posible.
• La distancia de la fuente de iluminación a la planta suele ser de unos 40 cm. En este caso, si las bombillas desprendiesen calor en exceso la transpiración de las hojas y el crecimiento se vería alterado, y hasta se podrían llegar a quemar las hojas en casos extremos o producirse defoliaciones.
• Los sistemas de iluminación artificial deben disponer de un programador para poder apagar y encender automáticamente la luz según una secuencia predeterminada por el usuario (por ejemplo 12 horas de luz – 12 horas de oscuridad).
• La luz está formada por lo que se conoce como ondas electromagnéticas. Estas ondas, en nuestros ojos, se traducen con los colores que distinguimos. Las plantas también tienen la capacidad de distinguir entre longitudes de onda, con lo que según cual sea la longitud de onda dominante, la planta crece, florece, fructifica, suelta las hojas en caso de bonsáis caducifolios… Este hecho debe considerarse en el momento de instalar una fuente de luz artificial, ya que interfiere de manera directa en el desarrollo del bonsái.
La iluminación artificial adecuada para los bonsáis se puede conseguir mediante muchos sistemas. Hay que tener en cuenta que casi todos interfieren en la humedad ambiental (tienden a bajarla) por lo que a veces, su instalación precisa de un mecanismo para controlar la humedad, por ejemplo, con humidificadores automáticos. De esta forma se consigue que la ubicación del bonsái sea óptima.
Los sistemas más comunes de iluminación son:
1. Lámparas incandescentes. Las típicas bombillas, desprenden mucho calor y consumen mucha energía. Poco recomendables.
2. Fluorescentes. Emiten poco calor y las longitudes de onda están bastante compensadas.
La mayoría de marcas comerciales de bombillas y sistemas de iluminación venden kits específicos para el crecimiento de las plantas en cualquier estado vegetativo, incluidos bonsáis. En caso de estar interesados en un sistema de iluminación artificial es recomendable dejarse aconsejar por alguna de las marcas especializadas.
Más información sobre cómo cuidar tu bonsái en nuestra sección cuidados básicos.
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Sobre el autor
Mistral Bonsai
En Mistral Bonsai somos un equipo de comunicación, técnicos y maestros comprometidos desde el primer día con la que divulgación del maravilloso arte del bonsái. Un mundo, sin duda, con muchas cosas para compartir. Creemos que un bonsái es un árbol con alma, único e irrepetible. Otro de nuestros pilares más esenciales es, como no podía ser de otra manera, el estrecho compromiso para preservar el Medio Ambiente y la naturaleza.
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